Antidepresivos y recuperación física en pacientes con ictus
Un estudio norteamericano muestra que estos fármacos ayudan a los pacientes a recuperarse, incluso después de que dejan de tomar los antidepresivos.
Los pacientes tratados con antidepresivos tras sufrir un ictus experimentan una mejora física significativamente mayor que aquellos tratados con placebo, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Iowa (Estados Unidos). Este trabajo, el primero que demuestra que esta recuperación física continúa después de dejar de tomar estos fármacos, ha salido publicado en el American Journal of Geriatric Psychiatry.
Según explica el autor principal, Robert Robinson, “la idea de que los antidepresivos podrían beneficiar la recuperación temprana de un ictus ha aparecido hace un par de años”. Sin embargo, una de las cuestiones clave a la que han dejado sin respuesta anteriores trabajos ha sido si su efecto se prolonga tras dejar la medicación.
“Lo que demuestra nuestra investigación es que, no solo es que duren los efectos beneficiosos, sino que la mejora en la recuperación física continúa aumentando incluso después de que los pacientes dejan de tomar los antidepresivos”, afirma.
Los autores han demostrado que, tanto los pacientes que han sufrido un ictus y están deprimidos como los que no lo están, experimentan una mayor recuperación física tras este episodio si toman antidepresivos, en comparación con aquellos que tomaron placebo. Además, el efecto comparado con el placebo se observó incluso después de controlar variables como la edad, el número total de horas de terapia de rehabilitación que siguieron y la gravedad inicial del ictus.
Los actuales tratamientos para pacientes que han sufrido ictus agudos generalmente se centran en terapias para restablecer el riego sanguíneo en el cerebro en las primeras pocas horas del ictus.
Desafortunadamente, la mayoría de los pacientes que experimenta un accidente cerebrovascular no llegan al hospital con suficiente tiempo para recibir el tratamiento más efectivo. Otros pueden no mejorar incluso recibiendo tratamiento. El tratamiento postictus se centra en la prevención de episodios recurrentes o de otras complicaciones, y en maximizar la rehabilitación.
Según Harold Adams, coautor de este trabajo, “los descubrimientos son importantes porque implican que la administración temprana de una medicación complementaria, un antidepresivo, podría tener un efecto en la mejora de los resultados, con independencia de la acción de la medicación o el humor de estos pacientes”.
“Si futuros estudios confirman nuestras observaciones sobre el uso de antidepresivos como terapia para pacientes que han sufrido ictus, incluidos aquellos que sufren depresión, el impacto en los servicios públicos de salud podría ser enorme”, añade.
El Dr. Robinson afirma que, aunque el mecanismo subyacente en este efecto aún es desconocido, hay evidencias de que los antidepresivos pueden inhibir un tipo de proteína inflamatoria que libera el cerebro durante el ictus y puede promover el crecimiento de nuevas células en partes específicas del cerebro.
“Nuestra hipótesis es que los antidepresivos bloquean las proteínas inflamatorias que inhiben el crecimiento celular y ese es el motivo por el que se consigue un crecimiento celular en ciertas partes del cerebro”, señala el investigador, apuntando que estas nuevas neuronas “pueden también explicar por qué continúa la mejora, el motivo por el que, durante meses y quizá un año, estas células continúan desarrollando nuevas conexiones y continúan creciendo”.
Fuente: jano.es