Autor: Rosa Rodríguez (Pedagoga)
Llegan las vacaciones y sus hábitos. Los niños se levantan tarde, no tienen actividades programadas ni obligaciones que cumplir.
Debemos preguntarnos si les estamos enseñando de esta forma que la vida que les espera es así. Trabajar durante unos nueve meses para tener casi tres meses de vacaciones. No tener responsabilidades personales aunque si tener el derecho de pedir sin descanso.
Muchos padres y madres, cuando llega ese día de Junio en que le dan las notas y no tiene que regresar al cole hasta septiembre, comienzan un pulso con sus hijos e hijas, para que no le agobien con sus demandas, intentando que estén a su gusto y molesten lo menos posible. Y en parte tienen todo el derecho a buscar un poco de calma tras un año de esfuerzo dedicado al estudio de ellos/as.
Pero debemos tener siempre presente que todo lo que le enseñamos cada día es una moneda que ellos y ellas guardan en una hucha que más adelante abrirán, y que aunque no sepamos bien si harán buen uso de esas importantes monedas o no, debemos proporcionárselas.
Y las monedas más importantes, y que se van consiguiendo cada día, son las del esfuerzo y la responsabilidad. Y aunque estemos en vacaciones debemos seguir favoreciendo que siga introduciéndolas en su hucha.
Es por ello, que debe mantener al menos una hora al día el hábito de estudio, lectura y trabajo, y conseguir ese tiempo de ocio, que en vacaciones es más largo, como respuesta a su esfuerzo.
De esta forma, además de enseñarles que solo el esfuerzo y trabajo nos ayudan a conseguir las cosas que más deseamos, también ayudamos a que los hábitos de trabajo, como el permanecer sentados una hora, leer y motivarse por aprender, el cálculo… hábitos que se han ido adquiriendo en el colegio durante años, no se pierdan en cuestión de días. Sin olvidar que las vacaciones son para que todos juntos disfrutemos de ratos de descanso y diversión.