Los pacientes tratados en las unidades de ictus tienen menos deterioro neurológico precoz y mejor pronóstico
El ingreso de los pacientes en la unidad de ictus y su constante monitorización representan factores clave en la prevención del deterioro neurológico precoz, según se desprende de un estudio comparativo dirigido por Jaume Roquer, jefe de Servicio de Neurología del Hospital del Mar, en Barcelona.
El trabajo, que se publica en el último número de Journal of Neurology, sugiere que los cuidados específicos que reciben estos pacientes contribuyen a mejorar su pronóstico, disminuir la morbimortalidad y el tiempo de ingreso hospitalario tras padecer un ictus.
Los investigadores han analizado el impacto de estas unidades sobre el deterioro neurológico precoz, que es una de las complicaciones más frecuentes y más relacionada con la mala evolución de estos pacientes. Se conoce que el deterioro neurológico que ocurre durante las primeras 72 horas tras el episodio y que afecta en cuatro o más puntos a la Escala de Ictus de los Institutos Nacionales de Salud (Nihss, por sus siglas en inglés), influye de manera decisiva en el pronóstico final del paciente.
El estudio recoge la evolución de los pacientes ingresados en la Unidad de Ictus del Servicio de Neurología de este hospital desde mayo de 2005 hasta abril de 2006, en comparación con la evolución de los ingresados en una planta convencional de neurología, con anterioridad a esta fecha y por lo tanto, antes de la existencia de esta unidad específica.
Roquer ha explicado a Diario Médico que el deterioro neurológico precoz, que aparece en el 11 por ciento de los pacientes ingresados en las unidades de ictus, en los casos en los que no se disponía de unidad específica la incidencia era del 24 por ciento. "En este estudio demostramos que esta complicación se atenúa cuando los pacientes ingresan en las unidades especializadas".
Roquer considera que el factor diferencial entre ambos grupos es multifactorial, pero radica principalmente en que todos los procesos están protocolizados y eso permite así detectar de forma precoz la aparición de cualquier complicación así como su tratamiento de manera oportuna.
Aunque estos datos confirman la hipótesis de que las unidades de ictus mejoran la evolución de los pacientes y ofrecen una atención integral con un equipo multidisciplinario que permite un mejor control de factores asociados a complicaciones como la hipertensión arterial, las cifras de glicemia o el déficit de reserva hemodinámica, aún son necesarios más estudios para poder determinar por qué aparece el déficit neurológico precoz en estos pacientes para poder prevenirlo en más casos.
Faltan unidades específicas
Jaume Roquer, jefe del servicio de Neurología del Hospital del Mar, de Barcelona, considera que los resultados de este estudio demuestran los claros beneficios de la atención de estos pacientes en unidades de ictus específicas, por lo que representan una estrategia fundamental para mejorar el pronóstico de los afectados.
A su juicio, estas unidades especializadas deberían implantarse en todos los hospitales que traten pacientes agudos.
En Cataluña gran parte de los hospitales cuentan con este tipo de unidades; sin embargo, en España aún hay muchos centros que no disponen de ellas. Según Roquer, se debe principalmente a la falta de recursos humanos, campo en el que los servicios de enfermería y rehabilitación juegan un papel fundamental para su buen funcionamiento.
Fuente: diariomedico.com