De punta en blanco
Elegante, limpio, aseado. Se dice de las personas ataviadas formalmente para algún acontecimiento. Referencia directa a la indumentaria de los caballeros medievales preparados para la guerra.
Cuando uno de estos guerreros tenía listos escudo, coraza, espada, lanza, etc. se decía que iba de punta en blanco, es decir, las puntas de su espada o de su lanza estaban blancas, listas para herir a los enemigos.
Fuente: El gran libro de los refranes (Editorial Libsa)