Las tapicerías suelen ser difíciles de limpiar, pues el polvo se deposita en los rincones menos accesibles. Además, están muy expuestas a mancharse o a decolorarse por el uso diario. También hay que vigilar si se desfondan.
Truco 1 – Tresillos de tela
Para que los sillones y los sofás de tela aparezcan siempre como nuevo, aplicar esta sencilla receta.
Ingredientes:
– tiza
– leche
Aplicación:
1. Quitar el polvo del sillón o el sofá con el aspirador, levantando los cojines para llegar a todos los rincones.
2. Amasar la tiza con la leche, hasta formar una pasta ligeramente espesa. Humedecer un cepillo viejo de la ropa en la pasta.
3. Frotar enérgicamente la tela con el cepillo. Dejar secar y, cuando esté completamente seco, cepillar para eliminar los restos.
Truco 2 – Para limpiar los brazos gastados
En las tapicerías de tela, los brazos son las zonas que con más rapidez se desgastan y ensucian. Frotar con un paño mojado en sal ligeramente humedecida es un buen remedio para quitar el polvo y devolver el color a los brazos.
Una vez aplicada, dejar la sal sobre la zona descolorida durante una ½ hora. Retirarla después frotando el brazo con un cepillo de cerdas suaves.
Truco 3 – Nutrir la piel
La clara de huevo es excelente para nutrir y conservar los sillones y los sofás de piel con toda su elegancia. Echar la clara en un bol y batir ligeramente. Humedecer un paño y pasar suavemente por la piel. Dejar secar unos instantes. Sacar brillo con un paño limpio y seco.
Curiosidades de la Botica:
Tratamiento de belleza
Es curioso comprobar que a las tapicerías de piel, como a las personas, les sientan bien los cosméticos. Una buena manera de limpiar los sofás de piel es aplicarles crema limpiadora de la cara.
Consejos de la Abuela:
Manchas en la tela:
Las manchas de grasa de las tapicerías de tela se eliminan frotando la mancha con una papilla espesa, hecha con bicarbonato ligeramente diluido en alcohol. Dejar reposar y cepillar a continuación.
Cuero claro:
En sofás y sillones de cuero claro, hacer una mezcla a partes iguales de glicerina y alcohol. Aplicar suavemente con un paño.
Las fundas del sofá:
Actualmente muchos sofás poseen una funda fácilmente extraíble, que puede lavarse en la lavadora. Es recomendable, en esos casos, cerrar siempre las cremalleras y los cierres antes de lavarla para que no arañen la tela. No hay que olvidar que siempre debe utilizarse agua fría para lavar las fundas.
Fuente: La Botica de la Abuela.