Mal de muchos, consuelo de tontos
De variada explicación, este refrán, por un lado recrimina a los estúpidos el consolarse pensando que lo que les ocurre a ellos también les ocurre a otros muchos.
Normalmente, la estupidez o la impericia conducen al error y este refrán consuela por la mala consecuencia acaecida. Contra estos inconvenientes, sólo cabe dejar la apatía, aplicarse en el trabajo y no dejar las cosas al azar.
Fuente: El gran libro de los refranes (Editorial Libsa)