La lactancia materna puede reducir la posibilidad de tener brotes tras el parto
La esclerosis múltiple afecta predominantemente mujeres en periodo fértil. Durante el embarazo hay una reducción de brotes, mientras que en los meses posteriores al parto puede registrarse un aumento de la frecuencia de recaídas.
Por otra parte, los medicamentos aprobados en la actualidad para el tratamiento de la esclerosis múltiple están desaconsejados tanto durante el periodo de embarazo como el de lactancia.
Tras el parto por tanto, la paciente debe decidir si renunciar a dar el pecho a su hijo para reiniciar cuanto antes el tratamiento inmunomodulador, o bien permanecer sin tratamiento si va a amamantarlo.
Es conocido que durante la época de lactancia, la mujer prolonga el tiempo de ausencia de periodo menstrual. Esta prolongación es menor si combina la leche materna con preparados artificiales, mientras que si alimenta a su hijo solo con alimentación artificial, la función ovárica y por tanto el periodo menstrual, retorna antes.
Recientemente se han publicado en la prestigiosa revista Archives of Neurology los resultados de un estudio que ya fue presentado este año en la Academia Americana de Neurología que hace referencia a los potenciales beneficios de la lactancia materna en mujeres con esclerosis múltiple.
El objetivo del trabajo era determinar si la lactancia materna protege contra las recaídas postparto, y en tal caso si tal protección tiene que ver con la ausencia de periodo menstrual durante dicho periodo.
El análisis mostró que las mujeres que no amamantaron o que hubieron iniciado alimentación complementaria en los primeros dos meses postparto tuvieron un riesgo significativamente mayor de recaídas durante el año siguiente que las mujeres que dieron el pecho sin utilizar complementos alimentarios adicionales. La razón principal por la que se dio lactancia artificial fue el deseo de reanudar el tratamiento inmunomodulador.
Se comprobó también que si la lactancia materna se prolongó durante al menos los dos primeros meses se retrasó el reinicio de la menstruación hasta casi 6 meses, mientras que si ésta no se llevó a cabo la actividad menstrual volvió a los poco más de dos meses..
Los resultados del estudio sugieren que la lactancia materna exclusiva (no combinada con lactancia artificial) y la supresión concomitante de la menstruación, reduce significativamente el riesgo de recaídas tras el parto. Estos datos ponen por tanto en duda el beneficio de renunciar a la lactancia materna para comenzar cuanto antes la terapia inmunomoduladora.
El hecho de que el estudio fué realizado con un corto número de pacientes requiere que estos resultados sean confirmados en otro con una mayor muestra de mujeres con esclerosis múltiple. No obstante, del estudio se deriva la necesidad de evaluar críticamente la eficacia de los tratamientos en el postparto temprano.
Dr. Miguel Angel Gamero García
Unidad de Esclerosis Múltiple. Servicio de Neurología
Hospital Virgen Macarena. Sevilla