La huella genética determina la respuesta a la terapia en Esclerosis Múltiple
Un estudio realizado en la Universidad de California (Estados Unidos) ha demostrado que las diferencias genéticas determinan la respuesta o no respuesta al tratamiento con interferón beta en EM.
DM. Nueva York
15/01/2008
Mediante la comparación del ADN de pacientes con esclerosis múltiple (EM) tratados con interferón beta con el ADN de aquellos pacientes que continúan experimentando recaídas, investigadores de la Universidad de California en San Francisco han identificado diferencias genéticas entre ambos.
Dichas diferencias, que se recogen en un estudio que se publica en el último número de Archives of Neurology, podrían ser utilizadas para predecir qué tratamientos serían útiles para cada paciente.
El equipo que dirige Esther Byun hizo un seguimiento de 206 pacientes del sur de Europa con EM remitente-recurrente durante los dos años previos al inicio de la terapia con interferón beta. Cada tres meses los neurólogos analizaron los niveles de discapacidad de los pacientes; a lo largo del estudio 99 pacientes respondieron positivamente al tratamiento con interferón beta y 107 no lo hicieron.
Se reunió el ADN de los individuos y se utilizaron microarrays para identificar en el genoma marcadores genéticos asociados con la respuesta al tratamiento con interferon beta. De esta manera identificaron los 35 principales polimorfismos nucleótidos únicos (SNP, por sus siglas en inglés) que después se analizaron con más detalle. Entonces se localizaron los SNP en cada uno de los participantes para ver si las mutaciones en los respondedores diferían de las de los no respondedores. Tras completar dicho análisis, 81 individuos más con EM (44 respondedores y 35 no respondedores) fueron estudiados y el ADN de los respondedores se comparó de nuevo con el de los no respondedores.
De los 35 SNP candidatos identificados en la primera revisión, 18 continuaban asociados significativamente con la respuesta al tratamiento en el análisis combinado. Algunos de los SNP estaban localizados en genes previamente relacionados con procesos asociados a la EM, como el crecimiento y la reparación de las células nerviosas.
Fuente: Diario médico.com (martes 15/01)