Ser un ratón de biblioteca

Se dice de los eruditos y estudiosos que ocupan todo su tiempo en el estudio y la investigación bibliográfica.

Con el sentido literal, alude a los ratoncillos muy comunes en las bibliotecas y desvanes.

De manera peyorativa, designa a quien se pasa la vida estudiando y no vive experiencias vitales. En ocasiones, este dicho se utiliza de modo irónico y por contraposición: pues los ratoncillos de las bibliotecas mordisquean los volúmenes, pero, aunque sí, astutos, no adquieren sabiduría por mucho tiempo que pasen entre libros.

 

Fuente: El gran libro de los refranes (Editorial Libsa)